Algo insólito está aconteciendo en el seno de la Unión Monetaria. El Banco Central de Irlanda está imprimiendo su propio dinero a fin de facilitar líneas de liquidez (préstamos a corto plazo) para mantener en pie su sistema financiero. El organismo monetario lleva semanas ofreciendo su propia liquidez a los bancos del país, saltándose así los mecanismos ordinarios para este tipo de operaciones propios de la Unión Monetaria, es decir, a través del Banco Central Europeo (BCE).
El programa, denominado "emergency liquidity assistance", sirve para que el Banco Central de Irlanda inyecte dinero a su banca sin necesidad de acudir al BCE. Así, bajo el epígrafe "other assets" ("otros activos"), la entidad ha prestado al sistema financiero nacional un total de 51.094 millones de euros a cierre de 2010, incrementándose en más de 40.000 millones de euros en tan sólo los últimos tres meses.
Esto significa imprimir en dinero el equivalente al 25% del PIB irlandés -estimado en unos 160.000 millones de euros-, una cifra que ha sido inyectada directamente por el banco central en el sistema mediante la concesión de préstamos de "emergencia" a su banca a cambio de una serie de activos basura que, en teoría, deberían servir como colateral. Y es que, tales créditos no están respaldados por bonos del Estado ni son préstamos del BCE, sino una inyección de liquidez directa por parte del Banco Central de Irlanda.
Pese a ello, Irlanda cuenta con la autorización de BCE. Un portavoz del organismo monetario europeo señaló que el Banco Central de Irlanda está, efectivamente, creando el dinero preciso para prestar a su banca en sustitución de la tradicional financiación que concede el organismo que preside Jean Claude Trichet. En concreto, señaló que la entidad irlandesa puede crear sus propios "fondos" si lo considera oportuno, siempre y cuando se lo notifique al BCE.
Irlanda imprime dinero
Además, según fuentes internas del BCE, se trata de cuantías pequeñas "sin importancia sistémica". Una puntualización cuanto menos curiosa si se tiene en cuenta que, poniendo esos 40.000 millones de nueva creación en perspectiva, Irlanda ha impreso en tan sólo tres meses el equivalente a 3,5 billones de dólares en EEUU por parte de la Reserva Federal (FED).
El Banco Central de Irlanda viene así a sustituir en parte la financiación extraordinaria que viene prestando desde hace tiempo el BCE a los bancos de la zona euro a un tipo de interés del 1% a cambio, eso sí, de entregar una serie de activos (de calidad) para avalar tales créditos.
El problema para los bancos irlandeses, sin embargo, es que su volumen de activos sanos, susceptibles de ser presentados como garantías aceptables para el BCE, se ha reducido de forma drástica. De hecho, el rescate de Irlanda se precipitó precisamente por esta situación, ya que fue el propio BCE el que forzó la petición de ayuda por parte de Dublín tras mostrarse reticente a seguir aceptando su deuda como colateral.
La financiación del BCE
En este sentido, el BCE se ha visto obligado a ampliar su capital por primera vez en su historia debido al deterioro que ha sufrido su balance tras aceptar activos de dudosa calidad para prestar dinero (deuda pública de los PIIGS y, en especial, de Irlanda y Grecia cuyo rating ha sido rebajado a nivel de bono basura).
Los préstamos del BCE a la banca irlandesa se dispararon desde los 95.000 millones de euros el pasado agosto hasta un récord de 136.400 millones el pasado noviembre, en plena crisis soberana de Irlanda. Curiosamente, el pasado diciembre la financiación del BCE cayó por primera vez desde enero de 2010, hasta los 132.000 millones (4.000 menos respecto a noviembre). Pero este descenso fue, precisamente, más que compensado por la línea de "emergencia" del Banco Central de Irlanda, ya que creció en 6.400 millones durante diciembre, hasta un total de 51.000 millones de euros.
Así, si a la deuda de 132.000 millones que acumula la banca irlandesa con el BCE su suman los 51.000 millones en préstamos del Banco Central de Irlanda, resulta que el sistema financiero celta está siendo sostenido en el aire gracias a unas líneas de liquidez extraordinarias de 183.000 millones de euros, lo que equivale a cerca del 110% del PIB irlandés.
Fuga de depósitos
Estos créditos están siendo empleados para que los bancos irlandeses sigan pagando a sus acreedores (evitando así la quiebra) al tiempo que compensan la drástica fuga de depósitos que está sufriendo el sistema desde hace meses. Así, solo en noviembre, se estima que el volumen de depósitos retirados de los bancos del país ascendió a 27.000 millones de euros (el 5,4% del total). El volumen total de depósitos ha caído un 15,1% interanual, mientras que los de los no residentes se desplomaron un 28,6%. Esta tendencia no ha dejado de agravarse.
Pinchar en la imagen para ampliar
"Esta es una historia de horror: muestra el estado catastrófico del sistema bancario irlandés," señala Tim Congdon, del International Monetary Research. "Los bancos han pedido prestado un total de 183.000 ó el 110% del PIB. Han quemado todo su capital y una gran cantidad de sus depósitos. Todo esto se va a terminar acumulado en la deuda nacional".
Y es que, tanto el BCE como ahora también el Banco Central de Irlanda prestan dinero a los bancos irlandeses a cambio de activos que nadie quiere, prueba inequívoca de que el sistema está quebrado y las pérdidas recaerán en el contribuyente irlandés e, incluso europeo. Cuestión aparte son las presiones inflacionistas que se podrían desarrollar en la zona euro como resultado de esta impresión artificial de dinero por parte de Irlanda si este mecanismo se llegase a extender a otros países.
Por último, Irlanda, sumida también en una profunda crisis política, acaba de solicitar a Bruselas una rebaja del interés exigido por la UE y el FMI para pagar el rescate del país. Brian Lanihan, ministro de finanzas, aseguró que pedirá oficialmente dicho descuento. El interés del rescate a Irlanda, fijado en el 5,8%, es demasiado alto, según Dublín. De hecho, el ministro pretende "iniciar la discusión sobre cómo mejorar este tipo de interés" para mejorar las condiciones acordadas en el rescate.
Manuel Llamas
Source > Libertad digital